A pesar de la insistencia de organizaciones y asociaciones civiles de Tula, por evitar un ecocidio y dar marcha a nuevos proyectos comerciales, un total de 68 árboles desaparecerán.
La presidenta de la Comisión de Ecología, Nelly Mendoza, reprobó la falta de empatía por las autoridades locales, ya que en su momento se abordó este tema bajo la promesa de haber una respuesta que contraviniera el derribo de 68 árboles.
Explicó que la llegada de dos complejos comerciales, uno correspondiente a la tienda trasnacional, además de la remodelación del parque Tortugas mismo que se llamará Quetzalcóatl, no hay un posicionamiento institucional que revierta la preocupación social.
Aunque hay manifestaciones por esta determinación, ha solicitado en más de una ocasión sobre el impacto que esto significaría, tomando en consideración que la zona es una de las más contaminadas por las aguas negras a cielo abierto, desechos industriales, entre otros aspectos, no hay una respuesta concreta.
“El tema ecológico no debe ser un tema de moda, sino de conciencia. Estamos en una zona altamente contaminada. No tengo datos precisos de los especialistas, de gente profesional”.
Dijo que seguirá insistiendo al alcalde Christian Martínez Reséndiz, en dar información concisa con respecto a las medidas ambientales y de reforestación que deben prevalecer en este municipio.
