Cada día disfruto más el hábito de la lectura, así que durante las últimas semanas del mes de diciembre, procuro realizar mi lista de deseos literarios.
De hecho, cada año, dentro de mis propósitos priorizo el incluir más narrativa, esto debido quizás a la madurez que me conduce hacia actividades más tranquilas o al tiempo de calidad, que intento dedicarme a mí misma; aunado por supuesto a mi búsqueda exhaustiva para un mejor y original léxico en mi escritura.
En este sentido, es sorprendente cuan extensa puede ser una lista de deseos, además de interesante por saber cuánto tiempo tardaremos en cumplirlos. En cualquier caso, deben saber que regalarme un libro es una gran opción.
A todo esto, una de las cosas que va de la mano con mi lista literaria, es el visitar más lugares dedicados a los lectores y librerías. Por tal motivo, después de pasar indecisa varios fines de semana frente a una pequeña librería cerca del Colegio Aduanal, me decidí a visitarla y sorpresivamente salí con varios ejemplares, entre ellos “Domingo”.
Ese libro no se encontraba dentro de mi lista, pero casualmente tenía muy presente la parodia de “Saturday Night Live” con el personaje de “Domingo”, en referencia a la canción de “Expresso” de Sabrina Carpenter.
Para entrar un poco en contexto, “Expresso” es una canción que habla sobre emociones intensas, que surgen cuando nos sentimos atraídos por otra persona, usando la maravillosa metáfora del café expreso. Y aunque la canción original es muy pegajosa, prefiero la parodia. Por esa razón fue que sin dudarlo, terminé entre las manos con el libro del mismo nombre.
Ahora bien, el libro “Domingo” del autor belga Georges Simenon, habla de algo muy similar a la canción, es decir que también hace referencia a esas intensas emociones de atracción hacia una persona, pero de una manera más minimalista y compleja. Dicho con otras palabras, en el libro los personajes presentan una limitante, pues viven en una constante tensión entre la calma externa y la desafiante agitación interna; emociones que personalmente comparto, ya que no siempre sabemos expresarnos fácilmente.
Al principio pensé que sería una lectura demasiado fatalista, sin embargo, considero que es la novela perfecta para leer, cuando te sientes inspirado a no hacer nada en absoluto, que si lo pienso bien es una sensación muy común de cualquier fin de semana o domingo.
¿Quién necesita acción cuando tienes una taza de café fría y un universo entero de melancolía a tu disposición?
Antes, yo no había leído nada de Georges Simenon, pero evidentemente me interesé al saber que sus textos originales eran en francés. Al respecto, puse minuciosa atención a la traducción y aunque descubrí no errores, pero si pequeñas fallas porque contemplar a varios países de Latinoamérica con un solo “español latino” es complicado, pienso que este libro es muy absorbente y fácil de leer.
La trama se centra en un hombre llamado Emile, quien vive una vida rutinaria y monótona en una ciudad turística de la Riviera Francesa cerca de Cannes, quien se pasa cada domingo haciendo lo que cualquier persona sensata haría en Francia: nada.
El autor presenta a un personaje con el típico dilema filosófico que uno enfrenta, mientras está atrapado en el limbo entre la pereza y el deseo de sentir algo. No muestra escenas dramáticas ni giros inesperados. Sin embargo, la pasión surge cuando se enamora de una mujer con la que comienza un romance secreto. Esa relación se convierte en el centro de su vida, despertando en él emociones intensas que lo empujan a cuestionar su actual existencia y sus futuras decisiones.
A medida que la historia avanza, Emile se ve envuelto en una atmósfera de deseo y tensión que lo incitan a cambiar su rutina cotidiana por una única salida viable la cual es el idear minuciosamente un plan perfecto para deshacerse de su esposa; y esto lo lleva a la total desesperación.
Y así es como llegamos al domingo. Todo lo que necesitas es un domingo, o una amante o un asesinato. Pero, la respuesta al misterio de la vida o al menos a la vida que lleva el personaje principal, es encontrar ese inútil motivo para deshacerse de lo que más le pesa: el amor.
Así que, si en estos días les interesa una lectura corta e inesperada, les recomiendo sumergirse en las 159 hojas de “Domingo” de Georges Simenon, una historia de pasión desbordada y obsesión peligrosa, a través de un romance prohibido, que logra llegar a los límites de la locura. Donde el amor y el asesinato se entrelazan en un relato intenso y perturbador.
¿Hasta dónde llegarías por amor? Si el domingo no te hace sentir vivo, entonces, tal vez solo necesites otro café frío y un poco más de reflexión.
