El primero de mayo se conmemoró el Día del Trabajo, pero es pertinente recordar no solo la importancia de la lucha por los derechos de las y los trabajadores, sino la progresividad de los mismos.

En primer punto, la lucha por los derechos nunca podrá concluir cuando aun existan en nuestro país, personas que tengan trabajos con horarios inhumanos los cuales consisten en más de 11 horas de labor al día sin mencionar la paga; cuando en nuestro país aun existen trabajos semi esclavizantes y que bajo el pretexto de buscar trabajo, exista desapariciones de personas.

Sin duda, las tiendas de raya y los trabajos forzados, han desaparecido como se conocían en la antigüedad, pero los derechos de las y los trabajadores, no han sido reivindicados. Aun estamos a la espera de una mayor protección por parte de las autoridades, para la desaparición de jornadas extenuantes y para la disminución de la jornada misma.

No es posible que aun en nuestra época, sea necesaria promulgar la ley silla, para que las personas que trabajan de pie, tengan derecho a poderse sentar durante una jornada de 8 horas, y ello solo es un ejemplo de la normalización del abuso laboral.

Es impensable que aun en nuestra época, existan empresas trasnacionales que han intentado generar figuras jurídicas para subcontratar o incluso para tener “plazos de prueba” a empleados, con el fin de no pagar o pagar los menores derechos de las y los trabajadores.

Sin duda, la idea misma del trabajo debe de cambiar en nuestro país, pensar que el o la trabajadora no tiene como finalidad su labor, sino que su trabajo es un medio para disfrutar la vida y con ello garantizar diversidad de derechos, como el esparcimiento e incluso el derecho a la familia.

jfernandoge1@gmail.com

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