La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), estableció el 22 de noviembre como el “Día Mundial de la Música”, en honor a Santa Cecilia, a quien el Papa Gregorio XIII la declaró “Patrona de los Músicos”, en 1584.
En Tulancingo, esta celebración tiene mucho arraigo y de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el municipio hay alrededor de mil 500 personas que se dedican a esta actividad, ya sea que formen parte de mariachis, bandas, grupos músico-vocales; así como tríos de los géneros romántico, huasteco y norteño. De igual manera, solistas, tecladistas y grupos versátiles.
Donde hay un mariachi ahí está México y aunque los sones tradicionales, como: La Negra, Guadalajara y el Jarabe Tapatío, son originarios de Jalisco, Tulancingo también tiene fama de contar con mariachis de calidad.
Actualmente, la tecnología juega una parte fundamental en la música; por ejemplo, Marcos García, ocupa un teclado cuya ejecución genera sonidos de un grupo musical u orquesta.
La mayoría de los músicos viven de esta actividad, que requiere también de mucha dedicación, talento y preparación, como lo dijo en entrevista, Eduardo Espinoza Sáenz, quien ha hecho arreglos musicales para grupos y solistas, incluso se ha desempeñado como profesor de música en colegios particulares de Tulancingo.
La música ha acompañado a la humanidad durante mucho tiempo. Tiene sus raíces en la prehistoria, hace más de 30 mil años, cuando el hombre intentando imitar los diferentes sonidos de la naturaleza, tocaba flautas de hueso, instrumentos de percusión y birimbaos. En esa época, la música tenía que ver con rituales de apareamiento y trabajo colectivo.
