Pese a la prohibición expresa en el artículo 86 del Reglamento de Movilidad y Transporte de Tulancingo que impide apartar u obstaculizar la vía pública con el estacionamiento de vehículos, la mayoría de comerciantes y empresas apartan lugares con todo tipo de objetos desde guacales, carretillas, banquitos, diablitos y hasta su propia mercancía.
Durante un recorrido por zonas de la ciudad, se pudo observar como en las principales calles del Centro, así como en la Central de Abastos y sus alrededores, los comerciantes apartan el lugar de estacionamiento para su uso particular, sin importar que es un espacio público.
Al respecto del subdirector de Movilidad y Transporte, Juan Antonio Marroquín, dijo que la multa a la que se hacen acreedores, quienes incurran en este tipo de falta, supera los cinco mil pesos.
“En primera instancia, los agentes tienen la indicación de solicitarles que quiten los objetos para el apartado, sin embargo, si hacen caso omiso se procede a la infracción correspondiente”.
Agregó que los operativos para evitar este tipo de prácticas son constantes y los comerciantes quitan sus bancos o “diablitos”, pero cuando se van los agentes nuevamente incurren en esta falta.
Aunque los problemas viales se acentúan los días jueves y durante la Feria de los Angelitos, esta problemática, que es motivo de infracción de acuerdo con el Reglamento de Movilidad y Transporte, son en varios puntos de la ciudad, donde se ocasionan estos problemas que suelen terminar tanto en acaloradas discusiones como incluso en los golpes.
Ya sean en las afueras de tiendas de abarrotes, de frutas, incluso de juguetería y de ropa, esta práctica genera conflictos entre conductores que buscan un lugar de estacionamiento, pero que algunos particulares reservan espacios, para su uso exclusivo.

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