El activista Rafael Castelán lamentó que a tres años del inicio de la actual administración, no se haya podido concretar la Oficina de Diversidad Sexogenérica en Hidalgo, por lo que urgió a las autoridades a poner atención en la promoción y protección de los derechos de esta comunidad.
Resaltó que la creación de dicha oficina fue una promesa de campaña a favor de la diversidad sexual; sin embargo, el tiempo ha pasado sin que esta instancia se haya aterrizado como corresponde.
Recordó que ya han pasado dos titulares por este cargo, entre ellos el ex diputado Ángel Tenorio, pero el trabajo se ha centrado únicamente en la elaboración del plan institucional, cuando a estas alturas, ya se deberían estar ejecutando acciones concretas, no solo discutiéndolas.
Criticó que recientemente se presentó un “Tratado por los derechos de las personas LGBT+”, el cual dijo, no tenía contenido ni estructura. Además, subrayó que la ley establece un plazo de ocho meses para presentar un plan de trabajo, y esta oficina, con más de año y medio de existencia, apenas comenzará con foros regionales para su construcción.
“Ya basta, no podemos seguir esperando”, expresó Castelán, al lamentar que muchas de las acciones relacionadas con la diversidad sexogenérica, se visibilizan únicamente en el marco del Mes del Orgullo. “Ahora que termina el Pride, también se termina la atención institucional”, recalcó.
Ante este panorama, manifestó su preocupación, pues consideró urgente contar con mecanismos, políticas y acciones concretas. “No se trata solo de colocar banderas, sino de construir políticas públicas, que realmente tengan impacto en las vidas de las personas LGBT+”, afirmó.
Rafael Castelán consideró necesario que la oficina adopte un modelo de atención directa a las víctimas, que ofrezca asesoría psicológica, gestione apoyos institucionales y se articule con los planes estatal y municipales de desarrollo. “De lo contrario, no habrá resultados, como ha ocurrido hasta ahora”, sentenció.
Agregó que es indispensable contar con un organismo con capacidad real de acción, que transversalice la perspectiva de la diversidad sexogenérica en todas las políticas públicas y en todos los niveles de gobierno.
