Desde la semana anterior, en los tianguis del jueves en el Centro de Tulancingo y del PST, son comercializadas las chícalas, que son hormigas aladas conocidas también con “sanjuaneras”, mismas que son comestibles y que son traídas desde las sierras, norte Puebla e Hidalgo (región Otomí-Tepehua).
Estos insectos de tamaños considerables, se pueden consumir fritos o en una salsa molcajeteada, que se combinan con diferentes platillos típicos de la región.
Aunque el precio de estos insectos, en ocasiones suelen no estar al alcance de las familias, ya que el cuartillo oscila entre los 700 y 800 pesos.
Mientras que de acuerdo con los expendedores el litro de salsa de estas hormigas, llega a tener un costo de hasta mil pesos.
La recolección de las también llamadas “chicatanas” o “chicalinas”, se hace en esta época de lluvias que generan que salgan por si solas de sus hormigueros.
Para capturarlas, explicaron que, en algunas ocasiones, colocan focos incandescentes, para que se acerquen y así sea más fácil su captura.
Aunque en contraste, la recolección de las chícalas, no es fácil ya que, de acuerdo con versiones de habitantes de estas zonas cafetaleras, las hormigas conocidas como arrieras son muy agresivas y sus mordeduras pueden causar incluso heridas.
Para prepararlas, dieron a conocer que, hay que quitarles las alas, patas y cabeza, después, agarrar el molcajete para hacerlas en salsa.
Otra forma común de consumirla, comentaron, es en carne de puerco en salsa, en tamales o simplemente asadas con sal.