Esta mañana no quería levantarme de la cama, había planeado despertarme temprano como en días pasados y pese al frío, salir a trotar, pero, en cuanto escuché el despertador y abrí los ojos no quise moverme más.
Tú sabes que soy una persona muy activa y trabajadora. De hecho, he de confesarte que, aunque la mayoría de las personas llevan ya un par de semanas disfrutando de sus vacaciones, yo continúo trabajando.
Este trabajo extra es por proyectos personales, como pedidos y demás así que no me puedo quejar, pero aun cuando me dedico momentos de distracción más el ejercicio, la lectura y la meditación, muchas veces mi cuerpo se siente solo y cansado, y es ahí donde por unos segundos pienso en lo placentero que sería el permanecer acostado y en lo divertido que sería, continuar así hasta Navidad.
Evidentemente, eso es una fantasía. Si el cuerpo humano permanece durante mucho tiempo en posición de cúbito, diferentes problemas y malestares se activan como dificultades en la circulación, respiración y digestión, por mencionar algunos.
Así que rápidamente comprendí cuan afortunados somos los que nos encontramos sanos y tenemos la oportunidad de movernos libremente.
Pero Santa, cuando leas esta carta ya será Nochebuena.
Sé que no he sido muy constante con estas cartas, a decir verdad, creo que solo te he escrito un par de veces en mi vida, pero estás al corriente de mi creencia en ti, ¿verdad?
Santa, tú eres magia y anhelo para las personas, y aunque no te conozca de frente por situaciones, podría decir que te admiro y hasta confío en ti. Lo sé, eso suena demasiado idealista, pero sabes que tiendo a romantizar mucho mi vida y como constantemente sonrió mirando hacia el cielo, en esta época muchas de mis travesuras y mis sonrisas, son para ti.
También debes de estar al tanto de que en mi familia somos creyentes de los magos que nos visitan en enero, pero no te preocupes que mucho de eso se debe al pan y la bebida caliente, que tradicionalmente disfrutamos en familia, pero contigo hay mucho más que comida previa y fiesta.
¡Qué divertido es tu llegada y la Navidad!
Pero ya para finalizar y antes de compartirte mi lista de deseos, me gustaría contarte cuan emocionada me encuentro, porque en este año me pasaron muchas cosas maravillosas.
Visité muchos lugares nuevos y con personas diferentes y con ello me la pasé bailando y escribiendo de allá para acá. También recibí muchos regalos, sabes que no soy materialista, pero los detalles siempre marcan la diferencia y dependiendo de la persona, me emociono de sobremanera.
Adicionalmente, leí muchos libros y con ellos adquirí un mejor léxico que adopté a la vida real mediante reflexiones.
Es por eso por lo que ahora estoy emocionada, por las lecturas que están por venir, y sí, eso quiere decir que puedes incluir libros en mis regalos navideños.
También conviví con nuevas personas y siendo sincera de una de ellas hasta me enamoré, pero para tener una buena historia de eso te contaré después.
Santa, mi único deseo real de Navidad, es que continúes llenándome de ilusiones y anhelos como a los demás y que mañana cuando baje por las escaleras de la casa y me dirija en pijama y pantuflas hacia la sala, me regales nuevamente esa imagen de toda mi familia reunida, y que nos disfrutemos sonriendo como siempre un año más.
Ante todo, la familia es el mejor regalo de Navidad.

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