Las devastadoras consecuencias tras las lluvias del huracán Priscila registradas hace una semana, han golpeado directamente la economía local de Tulancingo.
La tradicional actividad del “jueves de plaza”, ha resentido la ausencia de comerciantes provenientes de la sierra Otomí-Tepehua, quienes se encuentran incomunicados.
Tulancingo es el centro comercial natural de la región; cada jueves, comerciantes y productores de municipios como Huehuetla, San Bartolo Tutotepec y Tenango de Doria, se trasladan para vender sus mercancías como maíz, frijol, hojas, frutas, y café.
Además de ser un punto de venta clave, Tulancingo es el principal centro de abastecimiento para estas localidades. La asistencia de los habitantes de dichos municipios para proveerse de insumos genera una intensa dinámica económica, consolidando la interdependencia comercial y financiera de la región.
Actualmente, la Otomí-Tepehua se encuentran en un estado crítico. Los deslaves y derrumbes masivos, han bloqueado las principales vías de comunicación, impidiendo el traslado de los vendedores.
Ante las afectaciones en la región Otomí- Tepehua, Tulancingo sigue asumiendo desde el pasado fin de semana, su papel como municipio vecino y centro de acopio.
Diversas organizaciones y el gobierno local, han instalado puntos de recolección de víveres en el centro de Tulancingo, buscando enviar ayuda humanitaria a las comunidades.
Se teme que la falta de acceso y la persistente incomunicación mantengan el impacto en la plaza de los jueves durante las próximas semanas, hasta que se logre despejar y rehabilitar las carreteras en la Otomí-Tepehua.

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