En el paquete económico de este año 2025, se registraba que el gasto para el rubro de salud pública sería 12.2% (122 mil millones de pesos) menor que el año anterior, significando el presupuesto más bajo en salud pública desde 2022.
Lo anterior, establece la proyección en papel, es decir lo que se espera ejercer durante todo el año. Sin embargo, con datos de México Evalúa podemos observar que debido al mal desempeño financiero del Gobierno, específicamente a los ingresos que dependen de Pemex directamente, los ingresos totales del Sector Público han sido bajos, se quedaron 2.9% o 63.2 mil millones de pesos, por debajo del programa para los primeros tres meses de 2025.
Es decir, el gasto en salud pública fue de tan sólo 151.7 mil millones de pesos, cifra más baja desde el 2010. Y monto 23% (45.4 mil millones de pesos) menor de lo que se tenía presupuestado.
Cifra que si la ponemos en datos más sencillos, significó que en el primer trimestre del año, el gobierno gastó 1,142 pesos por mexicano.
Lo anterior, permite inferir que este castigo al gasto, impactaría directamente a las personas más vulnerables ya que hay que recordar que la transición del Seguro Popular hacia el Insabi y posteriormente al OPD IMSS-Bienestar, implicó un aumento de las personas que se buscaban atender; en el 2018, el Seguro Popular atendía a 51.9 millones de mexicanos, mientras que la población objetivo del OPD IMSS-Bienestar en 2025, asciende a más de 65.9 millones de mexicanos
Cifra que prácticamente significa la mitad de la población del país, por lo tanto, el que haya más personas a atender y menos recursos, provoca que se destine menos presupuesto por persona, en este caso 841 pesos per cápita.
Datos que nos permiten entender, porque los hospitales están colapsados, sin medicamentos, sin médicos especialistas y con atención muy precaria.
Y que, sin duda, mientras se siga priorizando el presupuesto para programas sociales asistencialistas o mega obras improductivas, como la refinería que no logra aumentar los ingresos de ese sector y no para servicios como salud, educación o seguridad, seguiremos profundizando esta precariedad en la salud pública.