Al considerar que el proyecto no cumple con los principios reales de la economía circular, carece de fundamentos técnicos y no incluye a todos los municipios afectados en la consulta, el dirigente de la Sociedad Ecologista Hidalguense, Marco Antonio Moreno Gaytán, rechazó este proyecto planteado para la zona de Tula.
De acuerdo con el ambientalista, existen diversos elementos que, afirmó, “parecen nuevamente un engaño a la población”, por lo que señaló que no sólo las comunidades de la región han rechazado este proyecto, sino también especialistas ambientales.
“Basta de que a la gente de Hidalgo se le trate como de segunda; a la que se le puede inundar por una decisión de gobierno, llenar de basura o prometer restauraciones que nunca llegan”, reprochó Moreno Gaitán.
Aseguró que el gobierno federal no ha atendido las necesidades ni las demandas de la población de esta región y, por el contrario, ahora impulsa un proyecto de economía circular que para la Federación se limita únicamente al reciclaje. Esto, dijo, perpetúa la extracción desmedida de recursos primarios y generaría un riesgo mayor de contaminación en la zona.
Recordó que Tula y al menos una decena de demarcaciones aledañas, presentan una severa contaminación en aire, suelo y agua, por lo que implementar un parque de economía circular sin un diseño adecuado, podría representar un riesgo significativo.
La organización ha alertado en diversas ocasiones, sobre la falta de atención gubernamental en materia ambiental para esta región, por lo que nuevamente dijo se encienden las alertas con este proyecto. Agregó que incluso la Secretaría de Medio Ambiente, ha reconocido que “hay entidades que se mueren” por tener este parque, aunque no se ha precisado qué estados lo requieren, lo que incrementa la percepción de engaño e inconsistencias con el fin de que los hidalguenses acepten su instalación.
Sobre la consulta pública, Moreno Gaytán señaló que resulta absurdo que no abarque a todos los municipios que serían afectados o, supuestamente, “beneficiados”. Además, recordó que no es vinculante.
Advirtió que tampoco hay certeza de que el resultado tenga validez real, –ya sea que la población acepte o rechace el proyecto—pues, dijo, solo pretende presentarse de manera unilateral, disfrazándola de consulta. “Las inconsistencias están en cada acción que se ha tomado y, sobre todo, en que no existe un proyecto verdaderamente claro ni beneficioso para el ambiente y la salud”, afirmó.

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