Los senadores Cuauhtémoc Ochoa (Morena) y Carolina Viggiano (PRI) entregan los apoyos (agua y despensas) a la presidenta deL DIF, señora Edda Vite.Los senadores Cuauhtémoc Ochoa (Morena) y Carolina Viggiano (PRI) entregan los apoyos (agua y despensas) a la presidenta deL DIF, señora Edda Vite.

Altura de miras de senadores hidalguenses

TREGUA LEGISLATIVA. Qué lamentable que sea la adversidad, la que lleve a algunos a dejar atrás colores partidistas, enconos políticos y otros sentimientos malsanos, para unirse en apoyo de quienes todo lo han perdido y más lo necesitan, como es el caso de los pobladores de 26 municipios de Hidalgo con más daños por las recientes lluvias derivadas del fenómeno “vaguada monzónica”, mismos que recibirán parte de la ayuda humanitaria recabada en el Senado de la República, entregada ayer jueves al Sistema DIF estatal, pero quienes días atrás se daban hasta con la cubeta: los senadores Carolina Viggiano y Cuauhtémoc Ochoa. Ojalá que esta tregua, por salud mental de la población, perdure y resista la tormenta política por la lucha de la sucesión del poder.

ILESO. Bueno sería saber a qué Santo le reza el diputado local plurinominal y dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Marco Antonio Mendoza Bustamante, quien sin que nadie se lo preguntara y mucho menos se lo pidiera, pero antes de que el cohete tronara, publicó un video donde refirió que la madrugada de ayer jueves, después de recorrer varias zonas de la entidad afectadas por las lluvias de la semana pasada, regresaba a su hogar, en Tulancingo, cuando víctima del cansancio perdió el control del volante, trepó a la banqueta del libramiento La Joya y derribó dos postes de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), al estampar su camioneta contra éstos, que fue declarada como pérdida total. Pero venturosamente tanto él como quienes lo acompañaban, resultaron ilesos.

NO QUE MUCHO AMOR. Pues resulta que la diputada federal por el IV distrito con cabecera en Tulancingo, Alma de la Vega, en plena campaña presumía ser de Tenango y San Bartolo, pero ahora que sus “amores” están en desgracia, se la pasa en Tulancingo enviando felicitaciones en las redes sociales y promoviendo que la gente done lo que pueda, para sus vecinos de la zona Otomí.

NADIE SUPO. La cara opuesta de lo anterior, es el silencio que mantiene el gobierno de Tulancingo en torno a lo ocurrido la madrugada del martes en el bulevar Pleasanton, donde un supuesto asaltante cayó abatido por disparos de arma de fuego que hicieron policías de la dirección de Seguridad Pública de Tulancingo; sin embargo, hasta el cierre de ayer nada han dicho las autoridades al respecto, incluso ahora pareciera que la instrucción a la alcaldesa, Lorena García Cázares, es no hablar ni siquiera bajo tortura.

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