Por Sir Arthur
Las elecciones del pasado fin de semana en Alemania, mantuvieron expectante a todo el Continente Europeo. La jornada electoral fue la más grande en la historia reciente de Alemania, con una participación de más 80% del electorado; esto en consecuencia de los enormes retos que afrontará Alemania en los años venideros y el las dificultades sociales y económicas que experimenta a día de hoy.
En Alemania, al igual que en muchos otros países desarrollados durante los últimos años, el conservadurismo experimentó un repunte significativo, con los partidos Unión Demócrata Cristiana y Alternativa para Alemania, convirtiéndose las dos principales fuerzas políticas del país (con el 28 y el 20% de los votos respectivamente), mientras que el Partido Social Demócrata, liderado por el Canciller saliente Olaf Scholz, se ubicó en la tercera posición con apenas el 16% de las preferencias.
Friedrich Merz, de tendencia conservadora y férreo crítico de la gestión de su copartidaria Ángela Merkel, será el nuevo Canciller de la mayor potencia económica de Europa. Pese a su conservadurismo, Merz, de Unión Demócrata Cristiana, no contempla formar un gobierno de coalición con Alternativa para Alemania (partido fuertemente asociado con la derecha dura), dado el estigma histórico que hay en la nación germana con respecto a posturas radicales, por lo que tendrá que formar coalición con partidos de centro para lograr un gobierno.
Merz tiene en su agenda un rearme considerable para el ejército alemán, ante las crecientes tensiones en Europa, salir parcialmente la agenda verde de Naciones Unidas y reactivar el programa de energía nuclear, abandonado durante la era Merkel. De igual manera pretende llevar ante el Parlamento Europeo, una nueva política migratoria para la UE. Si bien, buena parte de la población alemana respalda el proyecto de Merz, otro sector considera insuficientes sus propuestas.
Tras 80 años, la derecha dura vuelve a ser relevante en Alemania y de no atenderse los problemas migratorios y energéticos del país teutón, Alternativa para Alemania seguirá con su ascenso meteórico en el escenario político alemán