Esta semana iniciaron las comparecencias de las y los integrantes del gabinete del gobernador Julio Menchaca. Durante dos semanas, los funcionarios informarán a los representantes populares sobre las actividades realizadas en el último año de la administración.

Cabe mencionar, que este ejercicio republicano donde los secretarios son cuestionados por los diputados sobre las acciones realizadas en el marco de su responsabilidad, se pospuso por la emergencia derivada por las intensas lluvias en el estado de Hidalgo.

Aquella emergencia reclamó la total atención del gabinete y de los legisladores locales, quienes estuvieron pendientes de la que ya se califica como la peor tragedia emanada por las lluvias en el territorio estatal.

Una vez que los trabajos han avanzado, gracias a la pertinente ayuda que hicieron llegar a los municipios la sociedad civil y el gobierno, se consideró pertinente realizar el ejercicio citado de rendición de cuentas.

En este particular, esta semana han comparecido los titulares de la Secretaría de Gobierno, Turismo, de la Unidad de Planeación y Prospectiva, Hacienda, Cultura y Agricultura y Desarrollo Rural. El día de hoy viernes toca el turno de Secretaría del Trabajo y Salud.

De esta manera los secretarios tienen una disertación con los diputados locales, en donde destacan algunos puntos que vale la pena resaltar. Por ejemplo, los legisladores de oposición parece que se atrincheran en un terreno político. Porque sus preguntas son beligerantes y obedecen a una lógica de competencia y/o posicionamiento político.

Falta, al menos hasta ahora, el análisis detallado de los datos sin el matiz de partidos y de confrontación. Es muy válido el desacuerdo, cual más si el lugar en donde se desarrolla el ejercicio es un parlamento, pero nunca está de más la visión de altura y el manejo de los datos sin inclinaciones o deformaciones ideológicas.

Quizá el mejor ejemplo se vio en la comparecencia del titular de Planeación y Prospectiva, Miguel Tello. Ese funcionario fue cuestionado por su actividad tan intensa en redes sociales en horario laboral y, en particular, por una dinámica que se instrumentó a través de esos medios para tomar decisiones.

Ese señalamiento fue atendido por el funcionario, pero se dejó abierta la posibilidad de cuestionar otros proyectos de gran calado, donde esa unidad tiene una amplia responsabilidad. En suma, los desencuentros personales escalaron haciendo que la atmósfera se tornara enrarecida.

Lo mismo ocurrió este día jueves 20 de noviembre, cuando la secretaria de Cultura tuvo que aclarar algunos montos que presentaban un error en la publicación de la glosa. Al detectar esa equivocación, una diputada realizó una disertación que consumió su tiempo sin ser aprovechado en otros menesteres.

Es decir, las comparecencias se han tronado en una especie de examen profesional para los funcionarios, en donde los diputados parecen más atentos a las fallas que a los aciertos. Ojalá que el mismo criterio se utilice con su desempeño en aquella soberanía, en donde le tienen que entregar cuentas al pueblo.

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