El 11 de septiembre de 2001, Estados Unidos fue blanco de uno de los atentados más devastadores de la historia. Cuatro aviones comerciales fueron secuestrados por miembros de Al Qaeda. Dos de ellos impactaron directamente contra las Torres Gemelas del World Trade Center de Nueva York, que se derrumbaron pocas horas después, tras una transmisión en vivo que conmocionó al mundo.
Un tercer avión se estrelló contra el Pentágono, sede del Departamento de Defensa de EE. UU., mientras que el cuarto, el vuelo 93 de United Airlines, se estrelló en un campo en Pensilvania después de que los pasajeros se defendieran de los secuestradores. En total, casi 3000 personas perdieron la vida, entre ellas civiles, bomberos, personal de primera respuesta y tripulantes.
Los atentados desencadenaron profundos cambios en la política mundial, lo que llevó a Estados Unidos a lanzar la llamada “Guerra contra el Terror”, que incluyó la invasión de Afganistán y la búsqueda de líderes de Al Qaeda como Osama bin Laden. Hasta el día de hoy, la memoria del 11 de septiembre permanece marcada por homenajes, monumentos y reflexiones sobre su impacto en el mundo contemporáneo.