Un grupo de empresarios de Tulancingo, lleva a cabo el proyecto de reparación de la maquinaria para que el reloj de la Catedral Metropolitana, vuelva a funcionar después de más de 10 años de permanecer en el abandono. El costo implicará más de 100 mil pesos.
Así lo dio a conocer, Alejandro Ahued Sarquís quien agregó que se contrató a Pedro Martínez, para la automatización del reloj. Es decir, que no se le esté dando cuerda y junto con su equipo de trabajo, se realizan labores de limpieza, a todas las piezas.
Ahued Sarquís dijo también que de esta manera, nuevamente quienes pasen por este lugar podrán ver la hora, ya que durante una década, las manecillas se quedaron estáticas.
De igual maneras, citó, la carátula estará iluminada y habrá una sincronización entre el número de campanadas, acorde con la hora.
También reconoció el esfuerzo que cada uno de los empresarios que llevan a cabo esta labor, que tiene que ver con la historia y patrimonio cultura de Tulancingo, como ⁠José Luis Marroquín, ⁠Eduardo Álvarez, Fernando Lazcano, ⁠Roberto Romero, Felipe Luna, Adrián Santiago, ⁠Arcadio Espinoza, Galdino Ortiz, Eduardo Flores, Jaime Méndez, ⁠Joel Perea, ⁠Eduardo Pérez, Jorge Mote, Francisco García Carrillo, Graciela Monroy, José Lases y ⁠Gabino Zarco.
“El reloj de la Catedral Metropolitana, nos brinda identidad y también forma parte de un legado histórico y cultural.
De acuerdo con archivos de la Arquidiócesis de Tulancingo, la carátula tiene un diámetro de un metro con 80 centímetros aproximadamente. Se aprecian inscritas las fechas 1851 y1964.
Su peso estimado es de una tonelada y media, y para llegar a el, hay unas escaleras de madera. El mecanismo es de pesas de 120 kilos (los cuartos) y de 90 kilos (las horas); el peso de cada pieza hace que los engranes den vuelta.
Se dice que fue trasladado de Inglaterra alrededor de 1830 y en esa época, la única forma era vía marítima.

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