María Luisa Silverio, encargada del albergue El Samaritano, ubicado en Atitalaquia, calificó como una crisis humanitaria, el arribo de miles de migrantes este lugar, en busca de poder continuar su viaje en la bestia (tren), hacia los Estados Unidos.
Señaló que el albergue que tiene ya más de 13 años de funcionar, se encuentra rebasado por la demanda de ayuda, que piden los miles de migrantes en su mayoría venezolanos, quienes llegan a este lugar acompañados de su familia, incluso con bebés .
Indicó que anteriormente se atendían entre 30 y 50 migrantes, y en los momentos en que había una cantidad importante, esta no rebasaba el centenar de personas. Sin embargo, en los últimos meses se han llegado a tener hasta 2000 personas, que arriban a la zona en espera de que pase el tren.
Señaló que en ocasiones han tenido que cerrar el albergue, ante el riesgo que significa los cientos de personas que tratan de obtener un poco de ayuda. Además de que el lugar apenas tiene un alcance para 40 personas.
Sin embargo, dijo que han tratado de ayudar, ya que para ellos este lugar significa la posibilidad de tener un plato de comida caliente, además de un sitio donde puedan descansar o bañarse, hay quienes en semanas no han probado una comida, también llegan con problemas de salud.
Refirió que los últimos meses, se ha incrementado sobre todo el arribo de venezolanos, pero también colombianos, peruanos y hondureños. Anteriormente sólo migraban las personas jóvenes, pero ahora dijo que se puede ver a familias enteras, incluso bebés o personas de la tercera edad.
Pero Además dijo que los riesgos para estas personas se han incrementado, sobre todo en el llamado tapón de Darien, cruce terrestre entre Panamá y Colombia, en donde se registra toda clase de delitos, lo que representa un grave problema de seguridad, sobre todo para las mujeres y niños.

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