El pasado 10 de junio un juez federal determinó la suspensión de las corridas de toros en la Plaza México, tal resolución abrió la posibilidad de que lo mismo ocurriese en otros estados del país, aunque en Hidalgo esta actividad es considerada como “Bien Material y Cultural”, pero de acuerdo con el litigante Gabriel Luna, dicho nombramiento carece de representatividad ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
El torero Felipe Hurtado, promotor de la fiesta brava en Tulancingo, comentó que en México, este tema tiene que ver con la cuestión política.
“Creo que no se han hecho los estudios necesarios y pertinentes, como para crear esta ley; puede pasar lo mismo con los animales de los circos que fueron abandonados y murieron de hambre y sed, sin atenciones, lo mismo está pasando con los toros y mucha gente se deja llevar por lo que escucha, sin estar bien informada”.
El entrevistado, consideró que pudiera haber algunas adecuaciones para el desarrollo de las corridas, como ocurre en Portugal, país en el que a los toros no se les da el estoque final, lo cual, también, puede ser una opción para que los espectáculos taurinos no sean prohibidos.
“En la Asociación Nacional de Matadores, hemos hablado sobre la necesidad de reformar los estatutos y las leyes que rigen a la fiesta brava”, comentó tras puntualizar que alrededor de las corridas de toros existe una industria que mueve la economía
A mediados del mes de junio, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) invalidó el decreto de Nayarit, que declaraba las corridas de toros y las peleas de gallos, como patrimonio cultural inmaterial.
Luego de semanas de sesiones y debates, los ministros votaron por declarar inconstitucional el decreto, bajo el argumento de que los animales son merecedores de un trato decente. Aunque esta ley, de acuerdo con abogados, también podría surtir efectos en Hidalgo, previa revisión de los argumentos por parte del Congreso local

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