En su informe sobre ‘Situación Inmobiliaria’, el banco BBVA México, establece que el mercado de vivienda en el país atraviesa una contracción significativa, marcada por la caída del crédito hipotecario y el debilitamiento del poder adquisitivo de los hogares.
En el primer semestre del año, el número total de hipotecas otorgadas disminuyó 9%, y el monto total destinado fue de 4.5%, esto en comparación anual con el mismo periodo de 2024. La banca comercial registró una reducción del 6.8% en número de hipotecas para adquisición y 10.3% en monto, mientras que los organismos Infonavit y Fovissste, también reportaron descensos en la asignación de créditos. Además, la tasa de morosidad alcanzó 3%, que, aunque no es un signo de alarma, sí evidencia mayores dificultades de pago por parte de los acreditados.
Aun cuando se han anunciado planes para construir 1.7 millones de viviendas, las cifras en el Registro de Unidades de Vivienda, muestran un retroceso de 8.2% en nuevos proyectos y el inventario creció 7.6% tras dos años de caídas.
La apreciación de la vivienda, que se mantiene por encima del 8% anual, ha superado ampliamente el crecimiento de los ingresos, agravando la falta de asequibilidad. En este contexto, el mercado enfrenta un doble desafío: ampliar el acceso al crédito hipotecario de forma sostenible y garantizar una mayor oferta de vivienda asequible, especialmente en el segmento de interés social, donde se concentra la mayor necesidad y el menor dinamismo financiero.
El informe subraya que esta concentración del crédito hipotecario guarda estrecha relación con la distribución del empleo formal y de los ingresos, los cuales también se concentran en las zonas industriales y urbanas más desarrolladas. Mientras los estados del Norte y del Bajío impulsan el crecimiento del empleo y muestran carteras hipotecarias más sólidas, los del sur enfrentan mayores tasas de morosidad.
El estudio estima una demanda potencial de 7.5 millones de viviendas para los próximos años, de las cuales el 41.6% corresponde al segmento tradicional y el 35.2% al de interés social.
La demanda de vivienda se concentra fuertemente en 6 entidades mientras que los estados del sur y sureste presentan una participación mucho menor.
