Ya sea en el transporte público, en puestos de discos o diversos salones de fiestas, los corridos alterados o “tumbados”, así como temas de reguetón, ya son tendencia y cada vez más público escucha este tipo de este género de canciones.
En un recorrido que Periódico Ruta realizó por el centro de la Cuidad, la mayoría de los entrevistados coincidieron en señalar que este tipo de canciones, así como las de reguetón, generan cierta violencia y que deberían ser prohibidas en bailes o eventos masivos, tal como ocurre en otros estados del país.
El incidente del Palenque de Texcoco durante la presentación de Luis R. Conriquez, cantante que se negó a interpretar corridos bélicos, no sólo provocó un debate sobre este subgénero musical, sino también que autoridades de algunas entidades, hayan comenzado a regular en qué espacios puedan ser reproducidos.
Incluso en Hidalgo, existe una iniciativa de Ley, que se encuentra aún en debate en el Congreso del Estado.
Sobre este tema, la psicóloga, Narda Pérez Méndez, dijo que el hecho de que una persona escuche narcocorridos, no significa que sea influenciado para presentar conductas delictivas, sin embargo, hay edades más vulnerables en las que la sociedad está más expuesta a normalizar conductas violentas pero combinada con varios factores y contextos.

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