Tan solo al llegar a este encuentro, tal parece que se retrocede en el tiempo y nos referimos a don Ángel García Gómez, decano de la Cruz Roja delegación Tulancingo y quien actualmente tiene 85 años.
En el marco del Día del Socorrista, el entrevistado quien ha dejado parte de su vida al servicio de la Benemérita Institución, recordó que ingresó a la Benemérita Institución cómo fueron sus inicios y algunos rescates que le tocó atender junto con algunos de sus compañeros.
Cabe señalar que también fue instructor del cuerpo de socorro, en el ramo de los nudos y amarres con piolas, así como la improvisación de camillas, utilizando partes de tela triangulares, conocidas como charpas, además de que Tulancingo fue pionero de la implementación de esta técnica de salvamento.
El entrevistado también recordó que, al cubrir reyertas con armas blancas o de fuego, principalmente en poblaciones rurales, tenían que trasladar en la misma ambulancia a los lesionados que eran los propios adversarios y en más de una ocasión tuvieron algunas situaciones que pusieron en riesgo la integridad de los socorristas.
Con cierta nostalgia, pero con un rostro sonriente Don Ángel envía un mensaje a sus compañeros y da cuenta de que esos tiempos de socorrista e instructor de la Cruz Roja, los atesora con anhelo ahora los tiene muy bien guardados en el baúl de los recuerdos.
El miércoles 24 de junio, se celebró el Día del Socorrista de la Cruz Roja. En Tulancingo, aunque no se tiene una fecha precisa de su fundación en esta ciudad, se sabe que el primer puesto de socorros de la Benemérita Institución en la Ciudad de los Satélites, fue en el año de 1913, dando apoyo a heridos y enfermos de la Revolución Mexicana y para epidemias que afectaron a la región, entre 1917 y 1919.
Previamente en 1915, se otorgaron nombramientos a socios auxiliares, como Sadot F. Ruiz, René Leffaure, Natalia Urrutia y Otilia Ruiz, entre otros.
También se tiene considerada la fecha de 29 de mayo de 1939 en la ciudad de Tulancingo, fueron inaugurados los servicios de la Cruz Roja Mexicana, siendo los pioneros de Cruz Roja fueron Juan Escorcia y la profesora Amparo Fragoso, utilizando en ocasiones vehículos propios ante la necesidad de atender accidentes y ayudar a las personas que requerían de los servicios siempre bajo el lema, “Seamos todos Hermanos.”
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