Vecinos de Tula denunciaron este fin de semana, la presencia de un líquido oscuro en el cauce del río Tula, acompañado de un fuerte olor a combustible, lo que provocó molestias físicas entre algunos habitantes.
De acuerdo con los testimonios, desde la mañana del domingo el río comenzó a emanar un olor penetrante, y en el agua podían observarse trazas de hidrocarburo.
Los pobladores solicitaron la intervención de las autoridades municipales, pues varios reportaron dolores de cabeza, mareos y náuseas debido a la exposición prolongada.
Más tarde, autoridades locales informaron que el incidente fue provocado por una mezcla de agua con hidrocarburo, derivada de una falla eléctrica registrada el sábado en la Refinería Miguel Hidalgo.
Durante el fin de semana, también se reportó que en las inmediaciones de la refinería se observó un resplandor rojizo y llamas fuera de los quemadores, lo que generó alarma entre la población. Aunque los destellos suelen ser comunes, en esta ocasión la intensidad fue mayor.
Se señaló inicialmente que la nueva coquizadora podría estar relacionada con el fenómeno; sin embargo, posteriormente se confirmó que se trató de una falla eléctrica, la cual fue atendida por personal especializado de Petróleos Mexicanos (Pemex). El incidente derivó únicamente en afectaciones ambientales.
Personal de la empresa estatal, en coordinación con Bomberos de Tula y Protección Civil, realizó labores de contención, evaluación y mitigación para evitar daños mayores al afluente.
Las autoridades aseguraron que no existen riesgos para la salud, aunque los habitantes contradicen esta versión, pues varios manifestaron haber presentado mareos, náuseas y dolor de cabeza tras la exposición al olor del combustible.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *