Con interés, pero quizá con más morbo, el juicio que se llevó a cabo en Estados Unidos contra el ex secretario de seguridad de México, Genaro García Luna llamó poderosamente la atención en ambos países.

Como pocas veces los medios de comunicación dieron amplia cobertura al que podría ser el primer sentenciado de aquel capítulo obscuro de la historia reciente conocido como “la guerra contra el narcotráfico”.

Resulta muy interesante el asunto porque en territorio nacional se llevaron a cabo una serie de acciones, que cobraron la vida de miles de personas con el afán de combatir al narcotráfico. Sin embargo, el encargado de tal encomienda, según la justicia norteamericana, protegía a un cartel a costa de combatir a otros.

Este funcionario de primer nivel que pudo tener continuidad en las dos administraciones federales encabezadas por el PAN (Vicente Fox y Felipe Calderón), ahora es exhibido a nivel internacional por recibir dinero del narcotráfico y otros delitos que lo dejarán en la cárcel por un buen tiempo.

¿Qué implicaciones políticas tiene caso? Todas las imaginables. Para la administración actual y para morena es oxígeno puro, en un año donde se juegan dos gubernaturas con predominio del PRI. Algunos dirán, si García Luna está relacionado con el PAN ¿cómo impacta esa mala imagen en el Estado de México y Coahuila dominados por el PRI? 

La respuesta es clara, aquello empata muy bien con el discurso presidencial de que esos dos partidos, son la misma cosa y actúan coludidos desde hace años. Es decir, para la narrativa ayuda mucho tener este juicio que alimenta (demuestra) lo fallido de los gobiernos anteriores en cuanto a la estrategia de combate al narcotráfico.

En síntesis, el PRI será rehén de esta circunstancia y suma a su añejo desprestigio, un aliado con muy mala fama por el desempeño de uno de sus funcionarios que presentaron como el “gran policía de México”.

Hay que sumar también que el hoy juzgado por Estados Unidos fue quien orquestó el montaje contra un grupo de secuestradores que al paso del tiempo se encuentran en la cárcel producto de un juicio manipulado y tramposo.

Ese capítulo bochornoso nos llevó a un conflicto internacional con Francia, porque una de las señaladas de secuestro es ciudadana de aquel país, Florance Cassez estuvo años en la cárcel y logró su libertad por errores al debido proceso.

No obstante, en todo aquel entramado el nombre de Genaro García Luna estuvo presente en las declaraciones. Primero como el ideólogo de grabar una captura simulada (al otro día que ocurrieron los hechos) y después por mantener injustamente en la cárcel a varias personas sin las pruebas necesarias, entre ellos a una mujer extranjera.

Para sellar este asunto, uno de los comunicadores más conocidos del país también fue artífice de esos montajes, Carlos Loret de Mola, quien sale manchado por la sentencia de García Luna. Porque entre estos dos personajes, hicieron acuerdos que permitieron una campaña en televisión a favor de la estrategia de combate al narcotráfico. Ahí la Agencia de Investigación y Televisa simularon y sacaron provecho económico de un momento muy obscuro en la historia del país.

En cierto sentido, la sentencia de García Luna pone muchas piezas en su lugar. A unos los sume en la desgracia y a otros los catapulta a la senda de la justicia.

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