Una vez más la Suprema Corte de Justicia de la Nación se volvió a reunir en pleno para una vez más volver a discutir la figura de la prisión preventiva oficiosa en nuestro país, pero esta vez hubo menos escándalo, menos visibilidad y mucho menos atención pareciese que el mundial fue un escenario perfecto para el oscurantismo.

Las discusiones políticas nacionales, las marchas y los escándalos de la vida pública se han llevado los escaparates y los noticieros dejando un pequeño espacio para recordar que se debatía en estos días una de las decisiones más importantes del sistema mexicano de justicia que permitía garantizar el principio de presunción de inocencia o continuar con una presunción de culpabilidad y una violación reiterada de derechos humanos.

La resolución fue tristemente una derrota para todos los habitantes de nuestro país la premisa de criminalización sobre las personas continua, la violación continua de derechos humanos prosigue, la falta de Estado Constitucional de Derecho se ha mantenido como la bandera de nuestra nación y pareciera una burla la existencia de un Sistema Constitucional de Derechos.

Me parece que se ha enviado un fuerte y peligroso mensaje el día de hoy desde la más alta tribunal constitucional de nuestro país puesto que, se ha señalado que una vez logrado un cambio constitucional no habrá razón que valga para desterrarlo de nuestro sistema.

Lo anterior no implica que la norma estudiada sea ni constitucional ni mucho menos convencional, sino que hoy nos faltaron los votos necesarios para lograr la inaplicación de la norma, es decir hemos llegado al punto de aceptar la necesidad de tener que desterrar una norma de nuestro sistema, pero la imposibilidad de hacerlo ya que, el máximo Tribunal no obtuvo los votos suficientes bajo el pretexto de considerarse sin aquella facultad para hacerlo.

No obstante, lo más probable es que exista una nueva condena hacia nuestro país por parte de la Corte Interamericana de Derecho Humanos que nos obligue a desterrar la prisión preventiva oficiosa de nuestro sistema jurídico.

Lic. Juan Fernando González Espinosa

juanfer_lm@jfg

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