Por Cristian Andrey Rangel Hernández (*)

Desde que México es un país independiente, se estableció con precisión que la base de su organización política y estructura gubernamental, residía en la división de poderes y los niveles de gobierno, en donde la célula fundamental de nuestro país son los municipios; ya que participan de forma activa y constante con los ciudadanos, y su tarea principal es garantizar el acceso a servicios públicos básicos de calidad, con el objetivo de impulsar el desarrollo local y mejorar la calidad de vida de sus habitantes.
La materialización de lo anterior deriva en la aplicación de recursos públicos, pero… ¿Cómo se conforman los ingresos de los municipios? De manera breve, los ingresos municipales se conforman de recursos propios, transferencias federales (aportaciones, ramo 33; recursos etiquetados y participaciones ramo 28; recursos de libre disposición) y recursos extraordinarios, en donde alrededor del 80 % de estos recursos, son conformados por las transferencias federales.
Entonces ¿Qué esperar del paquete económico 2023? Dentro del documento presupuesto de egresos de la federación, se vislumbra una buena noticia -con claroscuros- al final del túnel.
Esto, porque se registra un incremento del 9.9 % en el gasto federalizado respecto al año anterior, es decir, 2,432.8 millones y, entre los diferentes fondos que conforman las transferencias federales, las participaciones serían las que tendrían el mayor crecimiento con un 14%, seguido por las aportaciones del 6.7% respecto al año anterior.
Sin duda, representa un primer gran paso importante, pero si recordamos que el municipio debe garantizar el acceso a servicios públicos básicos de calidad y dentro de las transferencias federales, existe el ramo 33 de aportaciones que son recursos etiquetados.
Es decir que únicamente deben destinarse a objetivos concretos como obra pública (pavimentaciones, drenaje y red de agua potable), a través del fondo de aportaciones a la infraestructura social u objetivos como la seguridad pública y protección civil a través del Fondo de aportaciones para el fortalecimiento de los municipios aunado a la realidad de condiciones en la que se encuentran nuestro municipios faltos de infraestructura y alto grado de carencia de servicios básicos, el mundo ideal sería un mayor incremento en el gasto federalizado pero sobre todo un mayor incremento en las transferencias federales etiquetadas.
Sin embargo, aún no se puede cantar victoria de esta buena noticia, falta superar una serie de retos, entre los que se encuentran la distribución equitativa del presupuesto entre entidades federativas y municipios; sobre todo, y no menos importante, la evasión a los tan temibles recortes presupuestales.
¿Transformación o retroceso? Lo único cierto es que los municipios se enfrentarán a un 2023 incierto, donde las “buenas intenciones” no terminan de materializarser

Economista por la UAM y Maestro en Gestión Pública

cris_ranher10@outlook.com

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