El Sueño de un decreto para conservar el centro de la ciudad de Tulancingo y de otras ciudades y pueblos de la región se esfumó, al igual que Huapalcalco, Zazacuala, el centro de Pachuca, Zempoala Cuautepec, Acaxochitlan todo quedó en buenas intenciones, pudieron más, la ignorancia   los intereses mezquinos, y la falsa idea de la modernidad.

     Instituciones como INAH delegación Hidalgo, Secretaría de Obras Públicas del Estado, de Planeación, presidencias municipales, Colegios de Arquitectos e Ingenieros, propietarios, todos ellos contribuyeron a la destrucción de la valiosa arquitectura; artística, histórica y contextual de Tulancingo. Se unen a esto la opinión de muchos igual indoctos, el resultado es la pérdida de una de las ciudades más bellas de la Republica y de hermosos pueblos como Acaxochitlan y Cuautepec que solo quedaron en un sueño efímero.

       “ ¿Quiénes intervinieron en la lucha por el rescate? Como siempre integrantes de COPECUT A.C. y la Comisión Local Para la Preservación del Patrimonio del Patrimonio Cultural del Valle de Tulancingo: Don Pepe Ávila, Don Juan Ocádiz, Ing. Jorge Ocádiz, Anel Ortega, Sirenia Juárez Romero y el Prof. Luis Escobar. Vino la maestra Virginia Guzmán de Monumentos y Sitios de CONACULTA para asesorar a la asociación, así como el Arquitecto Donaciano Pérez de INAH Hidalgo determinaron realizar los inventarios de Bienes Inmuebles del Centro Históricos de Tulancingo, Cuautepec y otras ciudades y pueblos del estado”

          Un personaje que ha luchado por la preservación del patrimonio cultural de Tulancingo y la región es la arqueóloga, maestra y maravillosa mujer Angélica Oviedo Herrerías, Junto con el arquitecto Albert produjeron los inventarios de Tulancingo y Cuautepec. Angélica se estableció en la región en Acaxochitlan en donde ha realizado importantes estudios arqueológicos, escribió una tesis sobre Acaxochitlan incluyendo un catálogo de bienes inmuebles de la cabecera. Ha realizado importantes estudios del Cerro de Napateco y acerca de la arqueología del municipio de Acaxochitlan y Huapalcalco.

       “Regresando al Centro Histórico de Tulancingo de los estudios científicos e Históricos concluyen la importancia tan grande que tiene.

 Posterior a la llegada de los españoles se funda la ciudad colonial de Tulancingo, como lo   atestiguan documentos antiguos calles rectas trazadas a cordel con el tiempo se convierte en una ciudad de arquitectura Neoclásica dotada de hermosura esto duró hasta mediados del siglo XX, donde la clase poderosa, políticos ignorantes y caciques compraron las casonas más significativas para hacer según ellos edificios modernos, para un Tulancingo moderno.”

       Con esto vino el declive, la pérdida de la riqueza arquitectónica la bella imagen urbana, el armonioso tejido urbano, aquí se inicia la etapa de la ciudad gris contaminada visualmente, con construcciones mediocres sin valor estético y calles de aspecto desagradable, llena de postes y alambres como pueblos comunidades y áreas de la zona metropolitana del Estado de México y la CDMX, Basta con mirar el conjunto, las azoteas, el sistema de alumbrado las banquetas, las calles, los balcones etc.  para comparar la ciudad del pasado, aunque seudo cultos afirmen que hoy Tulancingo es una belleza y nieguen la existencia de un centro histórico Tulancingo; será un sueño, una ilusión perdida.

    Por supuesto que existen culpables: la ignorancia de las H. asambleas, los arquitectos peritos del centro INAH Hidalgo Erasmo Cordero y Patricia Hernández y los delegados. Esta es la verdadera historia sobre la lucha por la preservación del patrimonio cultural de Tulancingo. Hasta el próximo viernes.

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