En el campo mexicano persiste la pobreza extrema y la marginación, altas tasas de desnutrición, que impactan directamente en la seguridad y la soberanía alimentaria del país, afirmó la diputada del Partido Verde Ecologista de México, Ciria Yamile Salomón Durán, quien indicó que aún se tiene una deuda con quienes trabajan en el agro nacional.
“Aunque en los tiempos de la cuarta transformación se ha avanzado de forma importante en el propósito de ayudar a los micro, pequeños y medianos productores de forma directa y sin intermediarios, la verdad es que existe aún un rezago importante en la materia”, indicó.
Dijo que a esto se suma una crisis de salud en los trabajadores del campo, debido al uso desmedido de insumos químicos.
“El uso de agroquímicos se ha popularizado alrededor del mundo, de la mano de un modelo de producción de alimentos industrializados, en el cual se favorece los monocultivos y se hace uso intensivo de los suelos, provocando desequilibrios en los minerales y microorganismos que en el habitan, sin contar con tiempo suficiente para permitir su regeneración.
“Podemos entonces identificar múltiples desafíos en el campo mexicano, donde al tiempo de que existen severas deficiencias de micronutrientes en los alimentos que se producen, también más del 70 por ciento de la población tiene problemas de sobrepeso y obesidad”.
Manifestó que el principal reto para el Estado mexicano, es producir alimentos suficientes en cantidad y calidad nutricional para los poco más de 126 millones de habitantes en todo el territorio nacional.
Recordó que en este contexto, el grupo parlamentario del PVEM realizó el Primer Foro Internacional “Hacia la Innovación Tecnológica, Sustentabilidad y el Desarrollo del Campo Mexicano”, el pasado 14 de julio, donde especialistas del campo, académicos e investigadores de instituciones se dieron a la tarea de discutir diversas alternativas de agroinnovación para el sector agrícola mexicano.
Indicó que este foro fue altamente aleccionador ya que quedó claro que el modelo de producción agrícola actual, está enfocado fundamentalmente a aumentar la producción y el rendimiento de los cultivos, perdiendo de vista el cuidado del medio ambiente y, en especial, la regeneración de los suelos para producir cultivos más sanos y ricos en nutrientes.
“Se requiere un cambio de paradigma transitando de sistemas de producción extractivitas a sistemas de producción agroecológicos, en los cuales se respeta las funciones ecológicas de los organismos, trayendo beneficios al agroecosistema impactando positivamente en la productividad”.
Por ello, la legisladora hidalguense informó que impulsa una iniciativa para sentar las bases de un esquema de transición agroecológica, en donde el manejo integral de los insumos naturales permita la bioestimulación de cultivos y, en general, todas las prácticas agronómicas que mejoren los medios de vida en el campo de manera orgánica y sustentable

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