Después de dos largos años de pandemia, por fin, este próximo lunes muchos y muchas regresarán presencialmente a la escuela.  El ambiente lleno de emociones y preocupaciones.  Para los padres y madres de familia representa reajustes y desembolsos.  Sin embargo para los y las que son alumn@s significa el regreso a la convivencia.  Y fuera de que en modo presencial el aprendizaje es mejor; la convivencia es lo más significativo.

En este periodo de confinamiento quedó en evidencia que, para muchas personas el contacto cara a cara representa una gran parte del desarrollo y estabilidad emocional.

Para los y las preescolares el aprendizaje social del que les fue privado; significo en niños y niñas con dificultades de lenguaje, con ligeras fobias sociales, etc.  Que si bien les mantuvo alejados del virus, también les alejo del contacto y aprendizajes socioemocionales.

Para los escolares significo un retraimiento en los dispositivos electrónicos, un aislamiento que les limito su desarrollo físico.  Dificultad en algunos aprendizajes, pero sobre todo, en algunos la falta de habilidades para socializar.  Y es que, en la edad de los 7 a los 12 años los y las niñas requieren socializar con sus pares, con su mismo género y con el otro género.  Aprender a negociar, a vivir sus frustraciones y a crear juegos de convivencia.

Para los y las adolescentes y jóvenes este regreso a clases es significativo porque les permite entablar relaciones desde lo presencial.  Durante la pandemia las relaciones (noviazgo) se vivieron desde lo virtual, y a pesar de que no podemos negar que es una realidad; nada se compara al contacto cara a cara.  Para los y las jóvenes el confinamiento derivó en cambios de personalidad.  Así que este regreso a clases les permitirá reencontrarse con sí mismos y mismas y con los y las otr@s.

La pandemia limito a la juventud para socializar y entablar relaciones.  Que si bien en condiciones normales no hay mucho acompañamiento e información para los noviazgos y sexualidad; en condiciones de pandemia se agravó.  Y ahora con este regreso al contacto, será necesario dar acompañamiento e información.  Como padre o madre ser tolerante y comprensivo ya que en dos años han sido muchos cambios y adaptaciones.

Para algunas otras personas la escuela en casa fue productivo, y es que tenía sus grades ventajas desde la comodidad; pero desde la construcción socioemocional de la persona y en sus formas relacionales quedará en duda si fue la mejor opción.  Eso lo sabremos en unos años más.

Feliz regreso a las escuelas.  Que este retorno sea seguro, pero sobre todo que sea constructivo para muchos niños y niñas que requieren de normas, de juegos, de aprendizajes, de contacto, de frustraciones y de retos.

Esperando que este modelo presencial sea permanente y que adultos y menores

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