Esta semana se presentó formalmente al equipo que acompañará al gobernador electo, Julio Menchaca en el proceso de entrega – recepción de la administración saliente encabezada por Omar Fayad.

Dicho proceso se tiene que realizar antes del 05 de septiembre del presente año, fecha en que inicia el encargo que le confirieron en las urnas los hidalguenses, al morenista.  

En este periodo de dos meses que transcurren del día de la elección a la toma de protesta, hay dos consideraciones de forma que vale la pena mencionar.

Por un lado, la cuestión administrativa que ya se citó (entrega – recepción), pero también este lapso de tiempo obedece a los criterios electorales, más en particular, a la etapa impugnativa que sigue corriendo.

Es decir, los tribunales electorales tendrán que declarar la validez de la elección una vez que concluya el proceso de anulación que inició la candidata perdedora en la contienda y que recurrió (como es su derecho), a las instancias correspondientes para tal efecto.

Tomando en cuenta estos plazos, lo correcto sería ir con cautela, porque existe la posibilidad de que los tribunales anulen la contienda y se tenga que repetir la elección en Hidalgo. Pero, por lo visto, muchos actores políticos consideran lejana esa posibilidad.

Al menos uno de ellos sepultó ese improbable escenario. Se trata de Omar Fayad, quien en conferencia de medios y en el marco de la presentación del equipo de transición, no escatimó ningún halago hacia su sucesor.

Incluso cuando tuvo el micrófono dijo textualmente: “bienvenido Julio a la que será tu casa los próximos 6 años”; y de ahí en adelante se refirió a él como el próximo gobernador. Esa galantería habla bien de quien deja el encargo, pero seguramente no le hizo mucha gracia a su compañera de partido, Carolina Viggiano, quien espera prácticamente un milagro en su afán de anular la elección.

Para alimentar más la distancia que existe entre la cúpula priísta (a la que pertenece Viggiano en su calidad de secretaria del CEN del PRI) y el saliente gobernador Fayad, éste último se refirió al rumor que lo ubica fuera de México, representando al país en una embajada o consulado.

Sobre el particular, dijo que son mal intencionados esos dichos y se los adjudicó a sus propios compañeros de partido. Haciendo muy evidente que esa proclamada unidad priísta en la campaña electoral, fue de artificio.        

En suma, el gobernador Fayad se dejó ver muy entusiasta con la etapa que está por venir. Dejar las riendas del estado a un gobernador morenista, recalcar sus diferencias con la cúpula nacional del PRI, exhibir la mezquindad de quienes pretenden anular la elección a pesar de haber perdido por una diferencia de 30 puntos porcentuales y mandar el mensaje que él está cómodo con la situación política local.

No cabe duda que la nota de esta semana tiene que ver con los perfiles que harán posible el proceso administrativo citado, también es referente que un personaje como Santiago Nieto Castillo integre el equipo de transición, en un estado con 93 años de pasado priísta.

Pero no muy lejos se encuentra la actitud de Fayad en los recientes acontecimientos. Por lo visto hay tanta alegría en quien dejará el poder en dos meses que con sobrado humor dejó claro que podría estudiar medicina, participar en alguna fundación, impulsar proyectos tecnológicos, en fin.

El porvenir de Fayad parece prometedor, hace muy bien en probar suerte en otras actividades porque la política ya la domina demasiado.

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