El día del estudiante me parece que no puede pasar desapercibido siendo ellos los pilares del futuro de nuestro mundo, por lo que hoy quisiera hacer una breve reflexión respecto del derecho de educación.

Querido lector, cuando pensamos en el derecho a la educación me parece que cometemos diversas falsas apreciaciones en nuestro pensamiento. La primera consiste en establecer como estudiantes únicamente a los jóvenes y con base en ello cerrar las oportunidades a diversas generaciones que bien pudieran aprender en las aulas o fuera de ellas.

En segundo punto, me parece desacertado pensar únicamente en estudiantes de aquellos que se encuentran dentro de una institución educativa puesto que, también aquellos que aprenden un oficio deben de ser considerados estudiantes.

Lo anterior es de suma importancia para la contemplación de los derechos que los estudiantes ya que, si consideramos como estudiantes únicamente a aquellos que pertenecen a instituciones educativas no podremos proteger ni ampliar beneficios a aquellos que siendo estudiantes no pertenezcan a dichas instituciones.

En tercer punto, me parece fundamental hacer énfasis en la gratuidad del derecho de educación puesto que, ese mismo derecho no solamente implica la falta de pago en las instituciones educativas sino el apoyo necesario para que los estudiantes puedan continuar con sus estudios.

Por tanto, sería una falacia pensar en la gratuidad del derecho si no se cobra colegiatura, pero el transporte escolar y los útiles hacen incosteable la educación de una persona.

En consecuencia, es el Estado quien debe no solamente apoyar a los estudiantes sino proveer lo necesario para hacer efectivo el derecho a la educación de manera completa.

Igualmente, es necesario hacer referencia a la libertad de pensamiento y con ello de estudio, es decir, sería un absurdo pensar en estudiantes coartando su derecho a disentir y a exponer, expresar y discutir de las ideas que consideres más pertinentes.

En tal sentido, las instituciones educativas deben ser el hogar de la disertación y discusión y sin su protección sería irrisoria la existencia del derecho a la educación.

Lic. Juan Fernando González Espinosa

juanfer_lm@hotmail.com

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

A %d blogueros les gusta esto: