La sexualidad es parte de nosotros desde que somos concebidos y muere junto con nosotros. Es en función a nuestros órganos sexuales que nos desarrollamos e interactuamos en el mundo. Pero a pesar de que es algo natural e innegable, la sexualidad sigue siendo uno de los temas más difíciles de hablar en cualquier etapa de la vida.

Paradójicamente en la infancia, que necesariamente saber sobre sexualidad, es cuando menos sabemos y más mitos y tabúes existen. Hace todavía una generación atrás hablar de sexualidad con niñxs era impensable. Se afirmaba que si a los menores se les hablaba de sexo y sexualidad iban a tener pensamientos y acciones precoces; cosa que es una absoluta mentira. Hoy en día se hace énfasis en que la educación de la sexualidad desde temprana edad es lo ideal para una buena integración de todos los componentes de la sexualidad humana en las diferentes etapas del desarrollo y así ser seres humanos integrados y felices.

Hablar se sexualidad no es tan fácil, ya que venimos arrastrando mitos, miedos y mala información; y trasmitirlo a las nuevas generaciones resulta un tanto complejo. Ahora tenemos que informarnos con buenas fuentes para en primer lugar aclarar nuestras propias dudas, y luego poder transmitir información objetiva, científica y libre de propios prejuicios para ir formando generaciones que se sientan libres, seguros y felices con su propia sexualidad y la de otrxs.

Ejes básicos sobre los cuales gira la educación de la sexualidad.

  1. Conocernos: es dar información sobre los órganos sexuales, la reproducción y los anticonceptivos, y también es hablar también de comunicación, de afectividad, de responsabilidad y de placer. Implica conocer cómo somos y cómo funcionamos. También incluye conocer a los demás.
  2. Aceptarnos: que estemos a gusto con su cuerpo y nuestra forma de ser y actuar. Que en sexualidad todo el mundo es único y peculiar. Que hay infinidad de formas de expresarnos y vivir nuestra sexualidad.
  3. Respeto: debemos aprender a aceptar las diferencias, a cuidar nuestro cuerpo y el de otrxs.
  4. Igualdad: somos diferentes pero debemos interactuar en igualdad; eliminar violencia de género y roles estereotipados.
  5. Ser felices. Vivir una sexualidad libre, responsable y placentera.

En estos días en donde se resalta la importancia de los derechos de los niñas y niñas, en donde se les festeja y hasta regalos se les hace. Es necesario incluir que uno de sus derechos es la educación y no solo de conceptos académicos. El derecho a la educación es también a la educación de la sexualidad.

Por nuevas generaciones libres de miedos y tabúes. Que sean libres responsables y felices.

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