La mañana de ayer (jueves) un grupo de jóvenes estuvo a punto de golpear a dos agentes de la dirección de Movilidad y Transporte, en el centro de Tulancingo.
En primera instancia, una oficial que manejaba una patrulla sobre la calle Manuel Fernando Soto, solicitó al conductor de un taxi avanzar, del que unas personas estaban bajando artículos, pero se encontraba estacionado en un área angosta y no permitía que los demás vehículos avanzaran.
Por el altavoz, le volvió a insistir que avanzara, pero uno de los ocupantes le dijo “cállate pen…”, por lo que la agente junto con su compañero descendieron de la patrulla y conminaron al taxista a que se retirara o sería infraccionado.
Los clientes del coche de alquiler comenzaron a grabar con sus celulares y se armó una acalorada discusión.
Los rijosos dijeron que iban a hablar con el presidente municipal para que los despidieran; sin embargo, los preventivos argumentaron que solo estaban haciendo su trabajo.
El secretario de Seguridad Ciudadana, Rafael Guerrero Gómez, indicó que en muchas ocasiones los automovilistas son apercibidos por los agentes y los primeros se molestan cuando van a ser infraccionados, por lo que responden con insultos y graban solo una parte de los hechos y lo suben a las redes sociales.
Agregó que los uniformados tienen la obligación de tratar bien a la gente, pero hay automovilistas que también son prepotentes y no respetan las normas de conducta y manejo, así como las indicaciones.
“Los agentes de Tránsito están expuestos no solo a las agresiones verbales, sino también físicas y es muy común que se haga uso del influyentismo, les dicen que los van a acusar para que los corran; pero en el caso de que haya algún tipo de abuso de autoridad, también se procederá a petición de parte, mediante una denuncia hecha ante la contraloría”.
El entrevistado, dijo que el miércoles en las inmediaciones de la clínica del ISSSTE, en Jardines del Sur, donde se lleva a cabo la aplicación de la vacuna, un oficial le marcó el alto a un menor de aproximadamente 12 años, quien conducía un automóvil.
Al lugar llegaron los papás y lejos de arreglar el asunto, golpearon al agente vial, pero fueron detenidos por ultrajes a la autoridad.
Guerrero Gómez, dijo que el personal tanto de esta corporación como de Seguridad Pública, han recibido diversos cursos, algunos de los cuáles tienen que ver con el manejo de las emociones para actuar en casos como los expuestos.
En ocasiones los uniformados han sido agredidos con puñetazos, bates, incluso hay quienes literalmente les avientan sus unidades.
Uno de los casos más dramáticos ocurrió el 1 de diciembre de 2018, cuando un oficial de Tránsito que se encontraba en el Operativo Alcoholímetro fue embestido por el conductor de una camioneta, quien quiso evadir el filtro. Desafortunadamente, el agente falleció a los pocos minutos de su ingreso a una clínica particular

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