Desde el pasado mes de agosto, la empresa estadounidense El Paso Water ha venido vertiendo más de 37 millones de litros de aguas negras por día al cauce del Río Grande, afluente del Río Bravo, causando severos daños ambientales en la parte de México.
La legisladora de Morena, Simey Olvera Bautista, dijo que la situación es muy complicada, además de la contaminación al medio ambiente que generan las descargas de dicha empresa, existe un estudio científico de la UNAM, determina que el virus del SARS-CoV-2 también se encuentra presente en las aguas residuales.
“Hay estudios científicos que avalan la presencia del virus en el agua residual y sobre los factores que afectan su prevalencia en ese medio”.
Por este motivo, la legisladora solicitó que la Cámara de Diputados realice un llamado a las Secretarías de Relaciones Exteriores y de Medio Ambiente y Recursos Naturales, así como a la Comisión Nacional del Agua, para que en el ámbito de sus competencias, realicen las acciones necesarias para mitigar el daño ambiental en el afluente del Río Bravo ocasionado por las descargas de aguas residuales de la mencionada empresa.
Indicó que dicha empresa, el pasado 13 de agosto de 2021, experimentó un desperfecto en su sistema de tuberías de aguas negras, denominada Frontera Force Main, ubicadas cerca de Sunland Park Drive y Doniphan en la Ciudad de El Paso, Texas, en los Estados Unidos.1
Manifestó que, como consecuencia de la ruptura en las tuberías, la empresa tomó la decisión de desviar las aguas negras al Río Grande, en la parte estadunidense.
A través de un punto de acuerdo, la diputada hidalguense dijo que dichas descargas fluyen hacia la parte del río ya denominada Río Bravo, que divide la frontera entre México y los Estados Unidos, entre las ciudades de Juárez y El Paso respectivamente.
Indicó que la misma empresa estadounidense ha reconocido estar conscientes de que habrá impactos en el ecosistema de Río.
“Al tratarse de aguas residuales habitacionales, se corre también riesgos biológicos para la población de Ciudad Juárez y toda la extensión del Río Bravo, así como migrantes y personas que transitan a través de la frontera”, argumentó.
Además, dijo que un estudio científico de la UNAM, determina que el virus del SARS-CoV-2 también se encuentra presente en las aguas residuales, lo cual aumenta el riesgo de las descargas que realiza la empresa EPWater. “Existen estudios científicos que avalan la presencia del virus en el agua residual y sobre los factores que afectan su prevalencia en ese medio”.

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