El partido Morena se encuentra en la recta final por designar candidata o candidato al gobierno del estado de Hidalgo. Eso ocurrirá una vez que se lleve a cabo una encuesta en el territorio estatal y que la cúpula del partido guinda, valore el perfil más conveniente para la contienda.

Según sus propios tiempos, lo anterior ocurrirá en el plazo de este mes de noviembre y la primera semana de diciembre. Estos lapsos se encuentran en consonancia con el calendario electoral, que ya fue aprobado en los órganos electorales locales.

Cabe destacar que este proceso interno llama poderosamente la atención, porque las mediciones que se han realizado en la entidad refieren que Morena lleva una cómoda ventaja respecto a su más cercano contendiente (PRI).

De tal suerte que las especulaciones sobre la decisión que tome el partido del presidente, se alimentan día con día. En abono a lo mencionado, también es peculiar que en las últimas semanas, una serie de personajes intensifiquen sus actividades públicas con el afán de aumentar su presencia y tener mayor aceptación en la voluntad de quienes pudieran ser encuestados.

En este nuevo escenario, el estado se ha convertido en una especie de polvorín político. Porque cada actividad pública parece encaminada a ganar la gracia de los electores, antes que al desarrollo de las actividades públicas propias de un funcionario.

Por ejemplo, hace unos días el diputado Francisco Xavier Berganza, Presidente de la Junta de Gobierno del Congreso Local, realizó una mesa de trabajo en el municipio de San Salvador, cuando fue interrumpido por un grupo de personas que gritaban “un fundador será gobernador”.

Este comportamiento obedece a una sencilla lectura donde los manifestantes expresan su repudio a que una persona que haya llegado recientemente a Morena, no debe ser postulada para la candidatura al gobierno.

Una muestra más de esta efervescencia se vivió el fin de semana en Tula, en la visita de presidente López Obrador a la Universidad Tecnológica Tula-Tepeji, para evaluar los avances en la entrega de apoyos a los afectados por las inundaciones del 6 y 7 de septiembre pasado.

Porque en ese evento no estuvo presente el delegado del Bienestar, Abraham Mendoza generando con ello una trivial lectura de la coyuntura política local. Al grado de que algunas personas sostuvieron, que esa descortesía tiene un trasfondo encaminado a pensar que el presidente está enojado con él.

O solo eso, algunos medios incluso dijeron que dentro de la reunión el titular del ejecutivo federal hizo caso de los comentarios vertidos contra Mendoza Zenteno, por el mal manejo de la situación posterior a las inundaciones, el maltrato a la gente y hasta lo acusaron de ser el responsable de algunas irregularidades cometidas por los Servidores de la Nación.

Todo lo anterior abona a un ambiente donde todo se politiza al extremo. Por tanto, cada paso que dan los ahora aspirantes, debe de tener una buena dosis de precisión. Porque la forma es fondo en el lenguaje de la política.

En ese sentido, las próximas semanas los militantes y simpatizantes de Morena estarán inmersos en una contienda interna sin precedente. Porque las decisiones que tome ese instituto, tendrán un efecto catalizador en el devenir público del estado de Hidalgo.

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