Un pepenador de 42 años, dijo ser víctima de abuso y violencia por parte de un agente de la dirección de Seguridad Pública de Tulancingo
R.G.H., informó que se dirigía con destino a San José a bordo de su bicicleta para visitar a su hijo; sin embargo, a la altura de la colonia Jardines del Sur, su vehículo se averió y enseguida pasó un uniformado al que conoce por Adán, quién le preguntó qué hacía en ese lugar.
“Me dijo voltéate hijo de tu… y trató de golpearme con una tabla en la espalda, pero alcance a meter las manos, recibí un fuerte golpe en el brazo y le dije que me había lastimado y contestó que le valía m…”.
Anteriormente, dijo, este mismo policía ya lo había detenido y le advirtió que cada que lo viera pepenando lo iba a detener y que así sería siempre. “Yo no había cometido ninguna falta, si hubiera sido eso me hubieran detenido y nada más me golpeó y se fue”.
El agraviado, agregó que no tiene adicciones, pero en anteriores ocasiones ya había sido llevado a barandilla, precisamente por andar recogiendo basura y se había encontrado con esta persona.
Por su parte, el abogado de la víctima dijo que no es correcto que solo por su apariencia sean tratados de esta manera. “Esta persona usa tatuajes y cuando no tiene trabajo junto con otros de sus vecinos, se dedican a buscar entre los escombros qué es lo que pueden vender, pero no se puede considerar como un delito”.
Agregó que estos casos deben ser sancionados por los propios mandos policiales y no permitir que los elementos cometan este tipo de abusos.
“Vamos a acudir a las instancias correspondientes y si es necesario a la comisión estatal de Derechos Humanos porque sin deberla lo lastimaron y por poco le fractura el brazo, creo que las autoridades municipales deben tomar cartas en el asunto”, concluyó

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