La actividad política no se detiene. Todavía se están realizando los primeros análisis sobre la elección federal del mes pasado y ya está sobre la mesa, una intensa actividad sobre los posibles escenarios para la sucesión del gobernador Omar Fayad.

Baste decir que falta un año para renovar al ejecutivo local, pero como sostenía, los políticos no pueden esperar. Bien decía Winston Churchill, primer ministro del Reino Unido, el político debe ser capaz de predecir lo que va a pasar mañana, el mes próximo y el año que viene; y de explicar después por qué fue que no ocurrió lo que el predijo.

Es decir, es correcto realizar escenarios pero existen –como en todo– los imponderables que hacen muy difícil tener precisión cuando se habla de fenómenos políticos y/o sociales que son únicos e irrepetibles.

Por tanto, parece ocioso crear castillos que el tiempo terminará por derrumbar. Ya lo decía Abraham Lincoln, presidente de los EEUU, Se puede engañar a parte del pueblo parte del tiempo, pero no se puede engañar a todo el pueblo, todo el tiempo.

En ese tenor, llama la atención la proliferación de encuestas, opiniones y esquemas que sitúan desde ahorita a posibles candidatos al gobierno del estado de Hidalgo. Los versados, sin embargo, predicen algunas constantes que vale la pena mencionar.

Por principio de cuentas es muy probable, según las tendencias electorales, que el próximo gobernador (a) sea emanado del partido Morena. Los números son favorables a dicha institución política. Lo único que falta es que su abanderado (a) sea una persona con probada capacidad y honorabilidad. Pero, todo parece indicar que la alternancia política, está muy cerca en esta entidad gobernada únicamente por el sello priísta.

Otra de las cosas que parece inevitable, es la fragmentación del priísmo local. Como nunca antes la confrontación de los grupos internos, está haciendo mella en ese instituto que se debate entre dos contendientes de muy diversa manufactura.

Por un lado alguien muy cercano al gobernador actual, Israel Félix, quien presumiblemente tendría el favor y la gracia de sus correligionarios a nivel local; y por el otro lado, la Secretaria General de aquel partido, Carolina Viggiano quien goza de los contactos a nivel nacional, que le permitirían hacerse de la nominación de su partido en la elección del 2022.

¿A dónde terminará la lucha interna del otrora partido dominante en el territorio estatal? ¿Quién se quedará con la candidatura? ¿Será el principio del fin del PRI en Hidalgo? Estas preguntas solo el tiempo las podrá contestar.

De tal manera que existen algunos elementos para pensar, que los tiempos políticos no darán tregua hasta el próximo año. Porque parece que la premisa de Giulio Andreotti, presidente del Consejo de Ministros en Italia entre 1972 y 1973, es muy válida en estos tiempos: no desgasta el poder; lo que desgasta es no tenerlo.

En este sentido, hay quienes están muy activos mostrando su gran compromiso social. Esa efervescencia solo se entiende en un contexto donde la incertidumbre no los deja dormir. Para tal efecto habría que hacer caso al consejo de Eduardo Galeano quien en tono melancólico repetía: maldito tiempos donde ya no hay tiempo de perder el tiempo.  

2010_enrique

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