Hoy en día para algunas personas la idea de una relación formal y monógama es impensable; mientras que, para las personas más tradicionales la monogamia y el matrimonio (como concepto legal) es la única forma de relacionarse.  Y la realidad de muchas parejas mexicanas es que se viven inmersas en más de una relación; llámesele infidelidad, doble vida, solo fue sexo, o como quieras decirle.

Con la aceptación, información y tolerancia a la diversidad, la forma de vincularnos afectiva y/o sexualmente también se pintó de colores; de tal forma que no solo la monogamia es la única forma de formar relaciones.

El mito de que “solamente una vez se ama, y de que solo se puede y debe amar a una sola persona la vez” se está derrumbando. La realidad es que tenemos la capacidad de enamorarnos muchas veces (tal vez cada vez de diferente manera y con diferente intensidad y grado de compromiso) e incluso algunos tienen la capacidad y los recursos de no sólo de amar a más de una persona al mismo tiempo; sino de también mantener varias relaciones al mismo tiempo.

Hoy te presento tres de las otras formas de relaciones.  En primer lugar esta “swinger”, que es cuando una pareja estable (tal vez matrimonio tradicional) deciden en mutuo acuerdo y responsablemente abrir la relación a tener experiencias sexuales con otras parejas.  En este estilo de relación la experiencia sexual se limita a solo sexo; sin involucrar otro tipo de sentimiento o vínculo.

La segunda opción es una “relación abierta” en donde de común acuerdo la pareja decide romper la exclusividad y se permiten tener experiencias sexuales con otras personas ya sea de forma estable o casual. En este estilo de relación es importante el acuerdo en cuanto a los límites que implica la experiencia con otras personas.

Y por último te presento al PoliAmor que es un estilo de relaciones en donde la pareja se permite mantener otras relaciones sexo-afectivas; es decir, poder sentir amor, atracción deseo, formalidad, y todo como una relación tradicional. 

Socialmente y legalmente no son aceptos estos estilos de relaciones; sin embrago en la práctica es más común de lo que parece.  Para ello no sólo basta fantasear y llevarlo a la práctica.  Es necesario conocer e informarse de cada estilo; hacer un trabajo personal introspectivo para saber tus propios límites; tener una relación de pareja lo suficientemente sana para hablar el tema, negociarlo y llevarlo a la práctica; y por último asumir la responsabilidad y riesgos que implica.

Como cualquier estilo de relación, el amor libre (como se conoce a esta diversidad) implica cierta ética.  Partiendo de las premisas del respeto, cuidado y atención a tod@s los integrantes .

Si crees que necesitas saber más sobre este y otros temas relacionados; o si te enrolaste en un amor libre y no resulto como esperabas, no dudes en buscar asesoría.

Facebook  Sexóloga Karla

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

A %d blogueros les gusta esto: