El pasado mes de marzo, RUTA advirtió de una propiedad de dos pisos que estaba a punto de caer debido a su deterioro y que solo se encontraba apuntalada con cinco viguetas, ubicada en la calle de Echávarri, entre Doria e Hidalgo, en el centro de la ciudad.
Sin embargo, actualmente, ya no tiene sostén alguno y el riesgo de que colapse, ahora es mayor porque las lluvias durante esta temporada vienen acompañadas de fuertes rachas de viento.
De igual manera, se había habilitado parte de la cinta de rodamiento para que los peatones tuvieran más espacio para caminar sin riesgo, pero también fue retirada esa ampliación de acordonamiento y ahora se exponen a ser atropellados por algún vehículo.
Vecinos de este sector, expresaron su temor de que, de un momento a otro, caiga esta construcción y se pueda generar una tragedia, ya que es un sector comercial del centro de Tulancingo y por lo tanto, una arteria muy transitada tanto por personas como por automovilistas.
Sobre este tema, el director de Desarrollo Urbano, Obras Públicas y Medio Ambiente, Plinio Islas Olivare, informó que la dirección de Licencias y Permisos tiene la indicación de acudir a las oficinas del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ya que dicho inmueble se encuentra bajo el resguardo de esta última instancia.
Agregó que han tratado de comunicarse vía telefónica con los encargados del INAH, pero no les contestan.
El funcionario, reconoció que deben tomar cartas en el asunto, de inmediato, antes de que se derrumbe este edificio, que tiene por lo menos 200 años de antigüedad.
Pese a ello, los vecinos y comerciantes contiguos a lo que hasta algunos años fue una cantina y en la parte posterior y planta alta, era vecindad, se encuentran preocupados porque hasta un ventarrón podrían provocar que la edificación se viniera hacia abajo

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